Hace unos 4 años que no me lavo el pelo con champú. Así es, no os voy a negar que al principio fue un poco de rebeldía hacía las dictaduras de la publicidad pero ha sido una de las mejores cosas que he hecho.

Siempre he tenido un pelo largo, brillante y sano que mis amigas y hasta los peluqueros me elogiaban. Me encantaba probar nuevos productos y olores, mi pelo tenía un aspecto perfecto pero a mí cada vez me costaba más conseguirlo: cada vez me lo lavaba con mas frecuencia, se enredaba muchísimo y se rompía con facilidad así que cada vez usaba más acondicionador, mascarilla con más frecuencia, sérum, spray anti-encrespamiento, spray solar, desenredantes sin aclarado, etc…

Por eso un día dije basta, la verdad que sólo leyendo las etiquetas de las botellas uno empieza a darse cuenta de la cantidad de tóxicos que le está añadiendo al cuerpo. Lo que hacen los champús convencionales es añadirle al cabello siliconas, parabenos y detergentes sintéticos que a la larga rompen la cutícula del cabello (la capa externa) y el pelo se seca y se rompe, los acondicionadores «maquillan» este efecto pero en realidad nuestro pelo esta dañado. Por eso consiguen buenos resultados estéticos a corto plazo pero van dejando residuos que se acumulan en el cabello y el cuero cabelludo dándole un aspecto opaco y graso.

Recordé que en el tiempo que trabajaba como modelo coincidí una vez con un estilista en Brasil que lucía una melena fuerte y con gran movimiento que me recomendó lavarme el pelo con bicarbonato, y así lo hice. Se hace una pastita con una cucharada de bicarbonato y un poquito de agua y te la aplicas como si fuera el champú, te los dejas unos 3-4 minutos, el bicarbonato tiene un PH muy alcalino por lo que aplico después de aclararlo una cucharada grande de vinagre de manzana en medio vaso de agua a modo de acondicionador, deja tu pelo brillante y actúa como antibacteriano (y no, no deja olor). Y voilá! pelo limpio, sano y brillante.

El cambio es un reto porque hay un período de adaptación en el que se van eliminando los residuos acumulados y el cabello se vuelve áspero o incluso puede aparecer caspa, al cabo de 3/4 lavados la fibra capilar recupera sus aceites naturales y el cabello se vuelve suave, brillante y suelto.

El bicarbonato no es para lavarse el pelo todos los días ni mucho menos, una vez que tu pelo está desintoxicado necesitaras lavártelo una o dos veces por semana máximo. Yo hace seis meses que he dejado de usarlo, utilizo sólo agua y tres veces al mes, lo lavo con huevo (usa un huevo como si fuera champú). Mi pelo está más sano y frondoso que nunca, lo cepillo durante la semana con cepillo de cerdas naturales de jabalí para airearlo y sacar los aceites naturales del cabello y si me apetece un acabado más sofisticado le aplico unas gotas de mi aceite Biotiful favorito que aparte de darle un buen olor lo trata.

Al dejar de usar champú no sólo conseguimos un cabello natural, sano, limpio y nutrido sino que le estás ahorrando al planeta toneladas de plásticos y de emisiones de gases que se generan durante su transformación y transporte, ahorras en agua que ya no necesitas aclarando el detergente, dejas de contaminarla y además, a la hora de viajar, tienes un bulto menos y una preocupación menos. Todo son ventajas!