INGREDIENTES:
- Unas 10 hojas de kale
- Un buen puñado de tomates cherry
- 1 cup de semillas de sésamo
- Aceite de oliva virgen extra
- ½ limón exprimido
- 1 ch moringa
1. Corta en dos los tomates cherry, macéralos en un poco de aceite de oliva, sal y albahaca seca y reserva. También puedes utilizar tomates secos, los hidratas en aceite de oliva unos minutos y listo.
2. Lava y trocea las hojas de kale quitándoles el tallo, les añades aceite, sal de Himalaya y el zumo de limón.
3. Para que el kale quede tierno ahora con las manos estruja y masajes las hojas aprovechando apara impregnar bien del aliño de aceite y limón, así las fibras se rompen y será más fácil de digerir y más gustosa. Verás que se quedan brillantes y blanditas.
4. Mezcla con los tomates ya macerados y añade una o dos buenas cucharadas de sésamo (puedes utilizar cáñamo o cualquier otra semilla que tengas a mano) y otra de moringa.
Voilà!