«Estaba quemada, abrumada, tenía miedo de perseguir mis pasiones y continuamente me ponía en último lugar. Ahora he aprendido a escuchar mi intuición y a pensar por mí misma en lugar de dejar que mis pensamientos me controlen. Pongo activamente mis necesidades en primer lugar, sabiendo que es lo mejor para mí y mi familia. Voy con confianza hacia mis sueños, siento el miedo y lo hago de todos modos. Estoy en otro nivel de conciencia y soy libre de ser yo.