La intuición es, y siempre ha sido, la hoja de ruta de mi vida. Soy muy afortunada de haberme escuchado siempre y haberme alejado de la presión social y de lo que me decían mis padres el 90% del tiempo.
No importa lo aparentemente poco convencionales hayan parecido mis decisiones. La verdad es que nadie, y me refiero a nadie, está mejor informado sobre tu bienestar que tu intuición. Sin gurú, sin líder espiritual, sin círculo lunar, sin maestros, sin hierbas, sin superalimentos. Estos recursos son excelentes para acercarte aún más a sí mismo, pero al final, es tu voz interna la que to llevará exactamente a donde se supone que debes ir.
Incluso con mis clientes, mi trabajo es brindarles herramientas individuales personalizadas que les permitan eliminar la programación antigua, encontrar claridad y agudizar su conversación interna con su intuición, para que finalmente se abran completamente a recibir exactamente lo que buscan.
Pero, ¿qué hacemos si tu intuición o tus sentimientos parecen confusos o poco claros? ¿Qué sucede si te sientes muy lejos de tu esencia, de tu yo auténtico o desconectado? ¿O qué pasa si nunca te has conectado verdaderamente con tu intuición y te preguntas si los sentimientos que recibes son reales? En realidad, es bastante sencillo conectar o volver a conectar. Cuanto más fortalezcas este músculo, más clara será tu percepción. Y no cuesta nada en absoluto. Todo lo que necesitas es un poco de tiempo y espacio donde no te interrumpan.
Esta es una de mis herramientas favoritas para volver a conectar con tu esencia (tu verdadero poder).
ACTIVACION DE LA INTUICIÓN
Programa tu alarma para 10, 15 o 20 minutos. Siéntate en silencio y concéntrate en tu respiración.
Baja la velocidad de tus pensamientos hasta que puedas tener claridad mental. Simplemente pregúntale al universo si hay algo que necesites saber ahora mismo. Sin forzar los pensamientos.
¿Qué necesito saber en este momento?
Quizá puedes imaginarte en algún lugar tranquilo para no forzar la percepción. Fíjate en lo que te llegue sin analizar ni cuestionar. Simplemente acepta tu experiencia en este momento. Cuando hayas terminado, agradece el mensaje que hayas recibido.
Haz esta práctica durante unos días o semanas hasta que sientas que estás recibiendo «señales» a lo largo del día. Mensajes. Sabrás cuándo recibes uno porque se siente algo profundo y sabio, a diferencia de un pensamiento o sentimiento.
Asegúrate de acompañar esta meditación con la sensación de saber que siempre te llega lo que necesitas. Porque así no dejas lugar a dudas, miedos o preocupaciones. Y empiezas a confiar en tu intuición. Incluso si los sentimientos o señales que estás recibiendo no tienen sentido o parecen ilógicos, te aseguro que su precisión y brillantez se te revelarán con el tiempo.
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