El conocido interiorista Juan Carlos Puig trae a Barcelona el ambiente caribeño y elegante de la Cuba de los años 50, una escena con la elegancia y pulcritud de aquellos tiempos y algo más…
No estamos en Cuba, estamos en el centro de Barcelona, a muy pocos metros de la Diagonal y Paseo de Gracia. Y sí, este es un restaurante moderno e impecable pero en ciertos instantes nos traslada a algún club privado en el caribe donde el tiempo no existe y las horas pasan cálidas en un ambiente envolvente y despreocupado. Una lámpara hecha con los restos de un piano, una barra de corian blanco imponente, mucho sabor tropical y una caricatura gigante de Xavier Cugat con su violín, que pasa aquí?
Juan Carlos Puig es un diseñador de interiores dedicado a la restauración. Él mismo trabajó en el diseño de restaurantes y hoteles en varias ciudades, y uno de sus viajes a su ciudad natal en Cuba encontró el enlace más chispeante de su propio trayecto vital, Xavier Cugat. Y la fusión del sabor y la riqueza de los ritmos caribeños con los europeos y el mediterráneo ha servido de inspiración para crear Frijoles Negros Restaurante. De inspiración cubana y catalana este proyecto es el resultado de la fusión del arte y de la gastronomía aplicado al plato. Dos de las grandes pasiones de su creador, o lo que es lo mismo: música, sabor y diversión.
Juan Carlos apostó por los códigos de un restaurante clásico, como la utilización de materiales nobles y los elementos propios de los cincuenta como las lámparas y las cortinas de terciopelo. El espacio es un entorno elegante, que combina una decoración austera con un toque tropical, e incluye elementos de diseño que evocan el cine, la música de jazz y la poesía. Aires caribeños en Barcelona, y cha-cha chá!
Frijoles Negros tiene un ambiente cálido y acogedor perfecto para todas las ocasiones, ya sea un almuerzo de negocios, una cena con amigos o un cocktail tropical en la terraza. Para los momentos en que necesitemos algo de inspiración, bastará con levantar la mirada: veremos una lámpara que imita el vestido más reconocido de Abbe Lane, o la cartelería típica de la época reinterpretada y algún músico tocando jazz.
FRIJOLES NEGROS
Bruc 146, Barcelona.