El invierno va terminando aunque por aquí parece que nunca llegó, y mientras los días se van alargando vamos a recuperar en esta receta elementos de la tierra para hacer un plato sano, ligero y nutritivo que puedes preparar en pequeñas tostaditas para un snack o repartir en unas buenas tostadas de pan de cereales con ajo y a disfrutar!
INGREDIENTES:
- 2 rebanadas grandes de pan de centeno o de cereales
- 1 cabeza de ajo (según el gusto)
- 300 gr de champiñones blancos o champiñón portobello
- 1 huevo
- aceite de sésamo, cúrcuma, pimienta negra y sal marina
* utiliza productos orgánicos ecológicos siempre que sea posible.
La preparación es sencilla, mete el pan en el horno mientras cortas los ajos (reserva uno para untar el pan) y los champiñones en cuartos. Pon agua a hervir en un cacito no muy grande. En una sartén pon una cucharada de aceite de sésamo y una cucharada de cúrcuma con una pizca de pimienta negra, de esta manera nuestro cuerpo podrá absorber perfectamente los beneficios de esta especie casi mágica. El aceite de sésamo tiene un sabor potente y múltiples propiedades entre ellas calentar el cuerpo así que va muy bien con esta receta de invierno. Remueve con una cuchara de madera hasta que se mezclen.
Ahora es el momento de añadir los ajos y una pizca de sal rosa o sal marina para que suden. Una vez que los ajos empiezan a bailar añade los champiñones ya cortados. A nosotros nos gusta picar un par de dátiles que contrastan con el sabor del champiñón y le dan un toque especial.
Cuando el agua del cazo que hemos puesto en el fuego empiece a hervir, hecha un chorro de vinagre blanco y a continuación el huevo abierto como si lo fueras a freír, el vinagre impedirá que se deshaga. Déjalo un par de minutos para que la clara se cocine y la yema quede un poco líquida, estará deliciosa sobre los champiñones.
Ahora sólo queda untar el pan ya tostado con un ajo abierto a la mitad y sobre él vertir los champiñones, añade una pizca de romero y pon encima el huevo poché.
Voilà!