Despertar es siempre un momento mágico después del sueño, después de esas horas de semi-inconsciencia, todo nuestro organismo se reactiva y comienza un nuevo día.

Es un momento perfecto para estirarse y agradecer, te tomará nada más que dos minutos. Agradece todo lo que tu cuerpo hace por ti mientras te vas levantando, puedes tomar un vaso de agua tibia con unas gotas de limón para re hidratarte, alcalinizarte y preparar los órganos después del ayuno. Es importante cepillarse la lengua nada más levantarse y antes de ingerir nada porque ahí se acumulan las toxinas de los procesos orgánicos nocturnos.

Mi rutina preferida incluye hacer algo de pranayama, cantar mantras, meditar y un poquito de yoga. A veces canto mantras mientras preparo una infusión, otras veces me doy friegas o aceite antes de meditar y otras no tengo tiempo de hacer yoga porque mis gemelas despiertan y comienza una rutina distinta. Todo está bien y es importante fluir con el momento, pero merece la pena despertar un par de horas antes y tomar ese tiempo para cultivarte. Piensa en todas las horas que dedicamos a otras actividades durante el día. La disciplina ayuda mucho a que todo tu sistema se alinee y tu perspectiva sea distinta, tiene un valor exponencial.

Te animo a que pruebes poco a poco ir despertando más temprano, irte a dormir antes, y empezar a meditar unos minutos fuera de la cama para predisponer el día. Si buscas un cambio en tu vida este es un buen comienzo.

Para cualquier duda o consulta puedes enviarnos un mail a holabiotiful@gmail.com y estaremos encantad@s de responderte.